miércoles, 29 de febrero de 2012

Prólogo.

Vanessa Hudgens se colocó el diario de su tía en el regazo, curiosa y a la vez asustada por descubrir los secretos que albergaba. Había estado guardándolo durante meses, esperando el momento adecuado para leerlo, aunque en el fondo sabía que nunca habría un momento adecuado. Era el diario de su único pariente, su amada tía Ophelia, quien la había educado desde que era una niña y que había fallecido cuatro meses atrás.

Necesitaba aferrarse a ese pedazo de Ophelia, y aquél era un momento tan bueno como cualquier otro. Sin embargo, al imaginarse leyendo el diario se sentía como una fisgona. Su tía le había mostrado la parte de ella que Vanessa quería conocer, pero ¿y si el diario le revelaba otras partes que sería mejor dejar escondidas?

Vanessa no quería que la imagen de su mayor modelo se enturbiara, pero quería volver a oír la voz de Ophelia, aunque sólo fuera impresa.

La brisa sacudió las hojas de los árboles, recordándole cómo se había sentado de niña en aquel mismo cenador bajo las parras y buganvillas, imaginando que los árboles del jardín le susurraban, que las hadas volaban entre las flores y que todos sus sueños eran posibles.

Abrió el diario y una hoja salió del mismo y cayó al suelo. Era un pequeño pedazo de pergamino amarillento. Se agachó para recogerlo, desdobló y leyó el encabezado escrito a máquina.

Principios de la Liga de Mujeres Indecentes.

Un aluvión de recuerdos cruzó la mente de Vanessa. La mansión de su tía había sido el centro del pensamiento libre en la sociedad conservadora de Nueva Orleáns. Cualquier mujer que se sintiera atada por las restricciones sociales, que quisiera expresarse libremente o que se atreviera a desafiar los roles impuestos era bienvenida en la Liga de Mujeres Indecentes, y Vanessa lo había presenciado todo a través de sus ojos de niña.

Sentada en las rodillas de algunas de las pensadoras progresistas que habían labrado el futuro de las mujeres en América, había oído muchos de los debates intelectuales, de las discusiones sobre libertad sexual de las mujeres y de las lecturas de poesía que se alargaban hasta bien entrada la madrugada. Y por eso había crecido pensando que las tendencias vanguardistas eran algo normal.

Mientras leía los principios, se sorprendió de lo bien que podría seguir aplicándose en la actualidad. La tía Ophelia y sus amigas se habían adelantado a su tiempo, y todas las cosas que habían intentado hacer parecían de lo más revolucionarias, incluso desde la perspectiva moderna de Vanessa.

Volvió a leer la lista, y luego dobló cuidadosamente el papel y lo metió en el diario. Estaba demasiado nerviosa para seguir leyendo. Se sentía enérgica y excitada, no muy segura de lo que hacer con aquellos principios, pero completamente segura de que necesitaba hacer algo. Y su instinto le decía que iba a ser algo grande.

Algo revolucionario. Escandaloso. Indecente.

1 comentario:

  1. uuuuu
    algo revolucionario, escandaloso, indecente....
    eso se ve muy guay!!!
    XD XD
    asi ke kiero saber como sigue!!
    se ve muy interesante la nove y muy chula XD
    publica pronto!!
    bye!
    kisses!

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